Las dos caras de la industrialización
Aquellos campos donde se araba la tierra, donde no había máquinas y por los que alguna vez caminaron miles de tocancipeños, hoy lucen totalmente diferentes. Los árboles dieron paso a las chimeneas, el prado, al asfalto, y los cultivos, a enormes bodegas. Cuando se piensa en Tocancipá, ahora se hace referencia a la capital industrial de Cundinamarca.
La primera empresa que abrió paso a este auge industrial fue la Cervecería Leona, que instaló una planta permanente en Tocancipá en el año 1992 y que actualmente, es propiedad de la compañía Bavaria. Le siguieron, entonces Crown Colombiana S.A, fabricante de envases de aluminio para bebidas, Pelpak, productor de recipientes de plástico, y otras 150 empresas que hoy ocupan cerca del 15% del territorio municipal.
Ismael Pinzón, de 73 años, oriundo de Tocancipá, y quien ha permanecido durante toda su vida en este municipio cundinamarqués, es fiel testigo del cambio que se ha producido. “La industria generó un cambio del ciento por ciento, no sólo en la parte paisajística sino también porque trajo plata y trabajo que antes no había, atrayendo a la gente que tradicionalmente se dedicaba a la agricultura y al cultivo de flores”, dijo.
Pero la generación de empleo no fue el único efecto que generó la industria sobre la comunidad tocancipeña. Paulatinamente, con la llegada de nuevas empresas, la recaudación de impuestos, aumentó. Pedro Ortiz, asesor financiero de la Secretaría de Hacienda del municipio, afirmó que "a pesar de la industrialización que llegó en la década de los 90’s, el gran ‘boom’ de la industria fue hasta el año 2010, pues de 13.000 millones de pesos que recaudaba el municipio hasta el año 2009 por Impuesto de Industria y Comercio, al término del año siguiente se subió a 17.800 millones”, sentenció Ortiz.
Pero ¿por qué se translada la industria al municipio de Tocancipá?
Un abanico de beneficios
De acuerdo con Carolina Méndez, Secretaria de Hacienda de Tocancipá, las empresas se trasladan allí debido a la “posición geográfica estratégica del municipio, al ubicarse sobre la carretera que une al centro con el norte del país, la vía Bogotá-Tunja-Bucaramanga, lo que representa facilidades en el transporte e ingreso de mercancías y materias primas”.
Adicionalmente, añade la funcionaria, llegan atraídas por los beneficios tributarios, que actualmente ofrece la Administración Municipal, por ejemplo a través de la instalación de las empresas en zonas francas y parques industriales.

En 2009, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN, declaró la Zona Franca de Tocancipá como Permanente Multiempresarial. Al año siguiente, inició la venta de lotes, desde 600m2, en los que las empresas y las personas jurídicas podían edificar su planta o pagar por la construcción de un modelo de bodega estándar de la Zona, dependiendo de la conveniencia que esta estructura presentara a sus actividades.
Por ejemplo, si una compañía va a llevar a cabo actividades de almacenamiento de materiales, puede recurrir a la bodega, mientras que si se dedica al tratamiento de químicos, exigirá una maquinaria particular y plantas de tratamiento para el manejo de los desechos, por lo que una edificación propia es ideal.
De acuerdo con Katherine Vargas, Coordinadora de Operaciones de la Zona Franca, actualmente hay “17 usuarios calificados (empresas autorizadas) instalados” entre los que se encuentran:
Quimexcol, productora de refrigerantes para vehículos, limpiavidrios y jabones.
Mantos Andinos, creadora de mantos asfálticos.
Alpe Logística, dedicada a la elaboración de filtros para vehículos.
Cotel, un data center (centros de cómputo y de procesamiento de datos).
Logistic Services, proveedor de servicios logísticos.
Constructora de Zonas Francas, encargada de la construcción de bodega.
Molienda La Sabana, una cementera.
Cervecería de La Sabana, “maquila de Bogotá Beer Company”, entre otros, enumeró.
Por otra parte, los parques industriales son espacios destinados a organizar las industrias, sin ofrecerles beneficios arancelarios en materia de importación de mercancía, pero sí descuentos en impuestos como el de Industria y Comercio (las empresas sólo pagarán 15% del tributo, igual que en la Zona Franca). En Tocancipá existen los parques industriales Canavita, Oikos y Gran Sabana.
El Parque Industrial Gran Sabana fue construido en el año 2011 por la empresa Edicorp (Estructuración y Desarrollo Inmobiliario SAS). Conformado por 78 lotes, vendidos en su totalidad en el 2010, algunas empresas que lo componen son:
Compañía General de Aceros, productora de acero para herramientas y actividades de ingeniería.
Sulfoquímica, empresa encargada del tratamiento, manejo y conservación del agua.
Coldiseños/Zientte, fabricante de muebles.
Nike, ropa y artículos deportivos.
Oxígenos de Colombia/Praxair. Proveedor de gases industriales como oxígeno, nitrógeno.
Tubomar, fabricante de tubería.
A pesar de que, tanto la Zona Franca de Tocancipá, como el Parque Industrial Gran Sabana, ofrecen ciertas ventajas tributarias a las empresas, estas entidades también tienen obligaciones con la Administración Municipal. Katherine Vargas, de la Zona Franca explicó algunas de ellas:
Por su parte, Geovanni Ausique, gerente Administrativo y Financiero en Edicorp, empresa dueña del Parque Industrial, manifestó que estas entidades están permanentemente en negociaciones con la Alcaldía, para cumplir con su labor y, a la vez, contribuir al desarrollo social de los municipios.
Para ofrecer estos espacios y permitir que la industria se ubicara en el municipio, Tocancipá destinó 1.159 hectáreas, correspondientes al 15,67 por ciento de su territorio. De acuerdo con la Secretaría de Planeación, el único uso del suelo diferente al industrial que supera este porcentaje, es el agrícola intensivo, equivalente al 28,96% del territorio.

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Una mayor inversión social
La llegada de la industria no sólo ha repercutido en mayores ingresos tributarios, sino que también ha incrementado el presupuesto destinado al mejoramiento de la sociedad tocancipeña. En el municipio, los impuestos que más importancia cobran en relación con la industria son el de Industria y Comercio (ICA), el Impuesto Predial Unificado y el de Delineación.
Cuando una empresa llega al pueblo, lo primero que hace es construir la planta. Sólo por el hecho de iniciar la obra, los municipios están autorizados para cobrar el Impuesto de Delineación y Urbanismo, que para proyectos de uso industrial corresponde a 2.3 salarios mínimos mensuales legales vigentes (un SMLV equivale a 644.350 pesos), por metro cuadrado de construcción.
Luego de que la industria ya está constituida, se da un incremento en el valor del predio, establecido en el país por el Impuesto Predial Unificado, que cobra cada municipio de acuerdo con su legislación y autonomía administrativa. En el caso de Tocancipá, el valor que deben cancelar anualmente los predios con uso industrial en áreas rurales equivale al ocho por mil (8 pesos por cada 1000) del precio del terreno establecido en el avalúo catastral. En el 2010, por este tributo se recaudaron 3.600 millones de pesos y actualmente es de 9.500 millones, según la Secretaría de Hacienda del municipio.
Estos ingresos, junto al del ICA, han permitido que Tocancipá haya ampliado sus posibilidades de inversión en proyectos sociales. Por ejemplo, de acuerdo son la Secretaría de Hacienda, en lo corrido del 2015, la Administración municipal ha invertido 51 mil millones de pesos en obras de Infraestructura (10,15% más que en 2014), para la pavimentación de vías veredales e intermunicipales; 4.600 millones en educación (+50,7%), 3.500 millones en cultura y 3.200 millones en salud.
De esta manera, la población se beneficia por la construcción de nuevos parques recreodeportivos, como el ‘skatepark’, la nueva Biblioteca Municipal, una mega Ludoteca, la Ciudadela Cultural, casas para adultos mayores y jardines infantiles.

Fue una de las obras recreodeportivas financiadas por la recaudación de impuestos.


Según la Secretaría de Gobierno, se invirtieron 8 mil millones en la construcción de la Biblioteca.

Fue una de las obras recreodeportivas financiadas por la recaudación de impuestos.
Un choque de intereses
Para los tocancipeños la llegada de la industria no ha sido totalmente positiva. Con las empresas viene la construcción de nuevas vías de comunicación y se amplía la cobertura de servicios públicos para ajustarse a sus necesidades. Sin embargo, este hecho ocasiona que la tierra comience a aumentar su valor, al punto de que, según Laura Gómez, presidenta de Asojuntas, “un lote que antes valía diez millones de pesos, ahora puede valer mil millones”. La valorización del municipio, entonces, se ha traducido en un aumento en el costo de vida de los tocancipeños, por ejemplo, en el valor del arriendo y de los servicios públicos.
Este es el caso de Harold Guzmán, habitante de Tocancipá, quien manifestó su inconformidad frente a esta situación.
Pero que los precios de vivir en Tocancipá hayan aumentado es sólo uno de otros tantos problemas que manifiestan sus habitantes, pues, paradójicamente, la llegada de la industria generó empleo para la población de otros lugares del país, más que a la del propio municipio. O eso es lo que sienten algunos tocancipeños, quienes manifiestan que las empresas han traído su propio personal especializado y no ofrecen vacantes para la mano de obra local.
Para la presidenta de Asojuntas, en el municipio sí existen posibilidades de capacitación, gracias al apoyo brindado por el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA y el Servicio de Empleo, sin embargo, es la población misma la que no desea acceder a estas oportunidades ante el carácter temporal de los cargos que ofrecen las empresas, de dos a tres meses.
Esta idea la respalda Julio Ernesto Cepeda, gestor Empresarial del Servicio de Empleo (portal web para búsqueda de vacantes laborales) quien argumentó que a pesar de que junto con la Administración Municipal se han esforzado por atraer a los tocancipeños a talleres, conferencias y diplomados que mejoren sus competencias laborales, estos prefieren no asistir, porque algunos se conforman con ser “operarios maquinaria” o emplean “excusas de que el trabajo no satisface sus expectativas”, explicó el funcionario.
Esto fomenta la llegada de personal de otros municipios de la región que están dispuestos a trabajar en estas industrias.
Frente a este respecto, Patricia Rosas, gerente de la Secretaría de Planeación municipal, manifestó que la población tocancipeña se duplicó entre 1993 y 2015, “pasando de 14 mil a 30 mil habitantes, de los cuales un 50% corresponde a personal atraído por la industria”. Esta situación genera otros problemas que Jorge Moncada, habitante del municipio, enumera:
1. El hacinamiento, "pues entre 5 a 10 personas pueden vivir en una habitación arrendada".
2. Un aumento de la indigencia.
3. La inseguridad en las veredas.
4. La drogadicción.
Y añade que estos problemas son producto de las personas que llegan atraídas por las oportunidades laborales, pues “así como llega gente buena, también llega gente mala”, reflejo del sentimiento de algunos tocancipeños.
Laura Gómez, líder de Asojuntas, manifestó que estos problemas se han generado porque “la administración municipal se quedó corta en la previsión de la expansión del municipio, porque pensaron a corto plazo”, y en consecuencia, no generaron estrategias para promover un crecimiento organizado de los asentamientos poblacionales, receptores de migraciones y de la población flotante.
Esta postura la respalda el vicepresidente del Concejo Municipal, Ronny Martínez, quien argumentó que estas problemáticas superan los beneficios que trae la industrialización del municipio por cuenta de un mal manejo administrativo desde la Alcaldía.
No obstante, el Secretario de Gobierno, Erick Galeano, expresó que la culpa no es de la Administración Municipal, que ha hecho los esfuerzos posibles para mitigar las problemáticas de seguridad y hacinamiento, sino de las instituciones y la comunidad en general.
Ante este debate, Laura Gómez propuso que “debería haber gente más preparada en el sector público para tener una nueva visión de Tocancipá, industrializada, con una alta concentración de población local y flotante”, capaces de crear planes a corto, mediano y largo plazo, que permitan la reorganización y la previsión de nuevos espacios para la construcción de vivienda, que atiendan las necesidades de la población presente y futura. Esta advertencia, surge por el argumento de que según la Secretaría de Planeación, actualmente, con las 153 empresas que se encuentran en Tocancipá, solo se cubre el 70% del espacio destinado para tal actividad, por lo que el 30% restante está aún por ocuparse.
Teniendo en cuenta los beneficios y problemas que ha traído la industrialización para el municipio, lo ideas es que tanto la Administración Municipal, la población y las empresas puedan equilibrar sus intereses en beneficio de todos. Porque Tocancipá ha dejado a un lado el arado y la pica, para portar el martillo y el taladro, herramientas con las que tanto los habitantes como los nuevos visitantes, están construyendo su progreso: un enorme tren que va a toda máquina.