La llegada de la industria: paulatina pero perjudicial
Inicios de la Industria
Según el Documento Técnico de Soporte al Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, la migración de la industria de Bogotá hacía Sopó empezó gracias a los problemas de movilidad que aquejan a la capital del país y se hicieron una realidad mediante los planes de ordenamiento municipal en el año 2000.
Una de las consecuencias de la afectación a la movilidad fue la transformación del POT en Bogotá, donde se clasificaron los suelos según sus usos (reserva, protección, vivienda, industrial, entre otros) ésto generó diferentes perspectivas sobre la posibilidad de mover la industria y la vivienda hacia zonas aledañas.
Dichos alcances están especificados en la Ley 1333 de 1986, Ley 9 de 1979, Ley 9 de 1989 y Ley 388 de 1997, donde se establece que el componente urbano del plan de ordenamiento municipal y distrital debe contar con las siguientes clasificaciones:
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El territorio en suelo urbano
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El territorio en suelo rural
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El territorio en suelo de expansión urbana

A raíz de la transformación del POT, diferentes empresas optaron por trasladar sus fábricas de producción a la Sabana Centro del departamento de Cundinamarca. Algunas de las industrias ubicadas en Sopó son: Alpina, Muebles y accesorios y Cerámicas San Lorenzo.
En 1950, Alpina vió la oportunidad de instalarse y abrir sus puertas en este municipio proveyendo los primeros proyectos de vivienda, oportunidades laborales sin necesidad de títulos universitarios, alimentación a las diferentes escuelas aledañas, entre otros.
Sin embargo, los beneficios, explicados por el soposeño Luis Téllez, tales como empleo masivo y vivienda gratuita, ya no hacen parte de la filosofía de la empresa ya que se han ido adaptando a las necesidades actuales del municipio, realizando, por ejemplo, campañas de buena alimentación.
Frente a esto el concejal Leonardo Pedraza afirma que:
“Hacía los 60’s cuando empecé a trabajar con Alpina todos estabamos acá: mis vecinos, mis tios y mis papás. Gracias a la iniciativa de Alpina todos tenemos casa”, aseguró Luis Téllez habitante de sopó
Foto tomada de: https://bibliotecasangabriel.wordpress.com/la-biblioteca/ el 17/11/15
Líderes de Opinión
“La imagen de Alpina frente a los soposeños ha cambiado porque ya no regalan casas y ya no contratan a todo el mundo, sin embargo no ha dejado de ser la lonchera del municipio”.
Óscar Rojas, secretario de Integración Social del municipio de Sopó afirmó que “La industria se ha consolidado muy despacio pero finalmente es la la industria que se quiere”. Haciendo una comparación con la entrada masiva de la industria en diferentes sectores y municipios como por ejemplo la de Tocancipá, pues esta ha generando problemas principalmente ambientales.
En el 2014, ingresaron $10.421.000 millones de pesos por concepto de impuestos de Industria y Comercio, posicionándose como el tributo que más rentabilidad le deja al municipio. Rojas, explica que con los recaudos tributarios, el municipio de Sopó es capaz de ejecutar su plan de gestión anual sin necesidad de recurrir a ayudas del gobierno Nacional.
Algunos datos...

Datos tomados de: DANE, Secretaría de planeación territorial y humanismo de Sopó, Wikipedia y página principal de Sopó cundinamarca
Habitantes del municipio como Ricardo Rincón, quien ha vivido toda su vida en Sopó, sostiene que a lo largo del tiempo ha visto como el municipio ha crecido gracias a la entrada de industrias como Cerámicas San Lorenzo y Alpina “hace 20 años la mayoría de los empleados de estas empresas eran de Sopó” cuenta el habitante soposeño.
Hoy en día, por razones del mercado las organizaciones buscan un personal más calificado, lo que reta a los habitantes de Sopó a buscar maneras de instruirse en diferentes áreas ya que no sólo basta con ser habitante del municipio.
Imagen tomada de:http://prodensa.org el 17/11/15
En los últimos años han llegado a Sopó industrias como Fonandes, una empresa privada que fabrica productos químicos, orgánicos e industriales, que llegó al municipio en el 2006.
Imagen tomada de:http://www.brandsoftheworld.com/logo/alpina-7?original=1 el 17/11/15
La Cabaña de Alpina es considerada por su población un ícono turístico posicionando al municipio como un destino turístico de la Sabana. El secretario de Integración Social explica que ésto es también una oportunidad para enseñar a las personas las diversas opciones de esparcimiento que ofrece el municipio.
Imagen tomada de:http://fierros.com.co/guia/CERAMICA-SAN-LORENZO.html el 17/11/15
Cerámicas San Lorenzo que llega en el año 2012 en busca de un territorio más amplio y sin tanta dificultad para el acceso de sus maquinarias y personal.
Sin embargo, su llegada trajo diferentes problemas de movilidad al municipio. La fábrica contaba con dos entradas, una por Tocancipá y otra por Sopó. Pero Tocancipá cerró la vía y dejó a la empresa sin entrada por este municipio, por ende, todos sus camiones de carga pesada y carros particulares no tuvieron más remedio que entrar por Sopó. Una vía que no está adecuada para el tráfico de camiones y vehículos de carga pesada.
Ésta iniciativa turística de Alpina, está contemplada en el Informe de Gestión 2014 de Sopó, que expone que se implementaron 3 puntos de información turística que permitieron ofrecer información a 17.578 visitantes que llegan al municipio buscando información precisa de lugares donde comer, actividades para realizar o lugares donde hospedarse. En el punto de La Cabaña de Alpina en los meses de Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre de 2014 se atendieron 3.699 personas.
Con la llegada de la industria llegan también diferentes medios de transporte no sólo para los trabajadores sino también para suplir las necesidades de cada organización, esto implica la entrada de tractomulas y camiones de carga que se enfrentan a carreteras diseñadas para colectivos o carros particulares.
Las carreteras que tienen acceso al municipio son carreteras secundarias que no cuentan con más de dos carriles por sentido, no es comparable con una gran autopista que pueda suplir necesidades de grandes organizaciones, así lo explica el sacerdote y líder de opinión del municipio, Duván Andrés Olaya. Por otra parte, Sopó presenta un problema en la calidad del agua, unos habitantes lo asocian con la llegada de las empresas y otra por el mal manejo de la organización encargada del suministro de ésta.
Nelsy Rojas, Jaime Ospina y Javier Mutis habitantes del municipio hablan sobre su percepción acerca del agua en Sopó.

Sopó está en un crecimiento gradual, cumpliendo con las demandas de vivienda generadas por la llegada de diferentes industrias y la construcción de vivienda de interés social. Sin embargo, según Fabio Alejandro Cañón, Técnico de la Secretaría de Ambiente de Sopó, algunas licitaciones para las viviendas fueron otorgadas en zonas de recarga de acuíferos (depósitos de agua debajo de la tierra) en zonas protegidas ubicadas en los cerros occidentales del municipio.
Primera sede de Alpina en Sopó .
La actividad industrial en el territorio de Sopó fomenta la demanda de bienes y servicios ambientales, en donde se consideran como bienes ambientales todos los objetos que son productos de la naturaleza y que son manipulados o aprovechados por el ser humano, entre ellos: el agua. Como servicios ambientales están catalogados aquellas funciones del ecosistema que generan beneficios y bienestar para las personas en determinado territorio.
Existen dos maneras en que las empresas pueden acceder al agua en Sopó la primera: a partir de la regulación realizada por las corporaciones autónomas de las fuentes hídricas superficiales. Y la segunda: a través de las fuentes hídricas profundas.
Lo anterior ha llevado a que diferentes organizaciones extraigan el agua por medio de perforaciones no controladas y cada vez más profundas, lo que para el técnico de la Secretaría de Ambiente de Sopó, Fabio Cañón, generará a futuro desniveles y grietas en el territorio de Sopó, incluídas las vías de acceso principal. Estos métodos de recolección de agua encarecería el costo de este recurso ya que “Entre más abajo busquemos, más costoso es porque se requiere más energía” afirma Cañón.
La preocupación en común del concejal Leonardo Pedraza y Óscar Rojas, Secretario de Integración Social, se centra en que a futuro va a ser mayor la demanda de la población frente a la oferta hídrica del municipio y la situacion se agrava ya que no hay un sistema de abastecimiento de agua potable, por lo tanto depende de la empresa de servicios públicos de Bogotá para la totalidad del suministro.
“Si la empresa de acueducto de Bogotá tuviese alguna falla, Sopó entraría en un déficit sanitario ya que no tiene de donde más tomar agua”, afirma Julián Navas, Secretario de Ambiente del municipio. Como plan de contingencia existen pozos profundos pero Navas reitera que no dan abasto a la demanda de la población actual.
La potestad de asignar la cantidad de agua permitida para cada industria, está bajo el mando de la Autoridad Ambiental de Sopó, quienes por medio de un estudio junto con la CAR determinan cuántos litros por segundo pueden extraer las diferentes industrias. Actualmente, no se encuentra registro exacto de la cantidad permitida en litros por segundo.
Entre las propuestas actuales con respecto al problema hídrico se encuentra la consolidación de una concesión de la represa del Sisga a través de empresas públicas de Cundinamarca (EPC), la creación de pozos profundos o transportar agua desde la represa de Guatavita.
Sin embargo, el concejal Leonardo Pedraza afirma que las negociaciones entre la alcaldía de Sopó y los entes reguladores de la represa de Guatavita nunca han llegado a una negociación concisa ya que el costo para transportar el agua resulta elevado.
Actualmente Sopó cuenta con una planta para el tratamiento de agua. Ésta fue sobredimensionada por tanto ocasiona mayores costos y hace que técnicamente la planta sea ineficiente e inviable ya que no se cuenta con el suministro requerido de agua para llenar el tanque y mantenerlo en funcionamiento.
Una solución propuesta por el sacerdote Duván Andrés Olaya es “Incrementar el impuesto denominado “plusvalía” entre las empresas y los municipios para que la industria compense al municipio por los daños en estructuras viales” generando así, un avance paulatino y equilibrado entre la oferta y demanda de los diferentes bienes y servicios del municipio.
Este impuesto oscila entre el 10% y el 30% dependiendo de la magnitud y el sector industrial que al pertenezca la compañia. Sin embargo, estos impuestos no suplen por completo las necesidades generadas por la llegada de la industria.
“El municipio debe implementar campañas que incentiven a las organizaciones a contribuir con la infraestructura vial del municipio” - Duván Andrés el sacerdote del municipio.
“Es un gana y gana ya que la industria se beneficia con las rutas de acceso acelerando sus procesos organizacionales y la movilidad en el municipio se deja de ver afectada”, afirma Duván Andrés el sacerdote del municipio.
Video Institucional del municipio de Sopó